¿Necesito un techo nuevo?
Cómo se ve un daño en el techo y cómo determinar si necesitas una reparación o un reemplazo de techo.
¿Reparar o reemplazar?
Si tu techo no es muy viejo y ves algunas tejas sueltas o dañadas, es posible que solo necesites reemplazarlas. Sin embargo, si el daño es más amplio o más grande, quizá sea el momento de tener un techo nuevo. La clave es realizar una inspección regular para estar al tanto del estado de tu techo.
Cómo se ve un daño en el techo
Goteras en el ático
Verifica tu ático después de un clima adverso. Una gotera puede ser causada por daños en algunas tejas, una falla en la capa base (la barrera protectora que se ubica entre las tejas y la madera contrachapada del techo) o por el deterioro de los tapajuntas (el material que sella las juntas de tu techo).
Ampollamiento o descascarado de la pintura
Una mala ventilación puede hacer que la humedad quede atrapada en tu casa, lo que puede causar el ampollamiento o descascarado de la pintura.
Manchas en el cielo raso y las paredes
Las goteras provenientes del exterior de la casa o la humedad atrapada en el interior pueden causar manchas e incluso moho.
Deterioro del contratechado
Otro problema relacionado con la mala ventilación y la humedad en las capas de los materiales para techos es el deterioro del contratechado —también llamado tabla— que corresponde a la capa de madera contrachapada que forma la base de tu techo. Si observas hundimientos en el cielo raso, canaletas rotas, goteras o parches faltantes en las tejas, es posible que el contratechado esté dañado.
Daños en las tejas
Cuando las tejas llegan al final de su vida útil, es posible que se desprendan, agrieten, quiebren o deformen, lo que indica que tal vez necesites un techo nuevo.
Manchas oscuras
Es posible que te parezca que están sucias, pero las manchas oscuras en las tejas pueden ser musgo, liquen o algas verdeazuladas. Quizá no necesites un techo nuevo, pero si decides reemplazar las tejas, solicita la protección StainGuard® o StainGuard® Plus, que están disponibles en muchas tejas de GAF.
Cómo hacer una inspección de techo
Llevar a cabo inspecciones de rutina de tu techo, especialmente si vives en una área con condiciones climáticas extremas, puede ayudarte a evitar que los daños en el exterior creen problemas en el interior.
Comienza adentro
- Observa el ático en busca de signos de goteras, manchas oscuras, agujeros o contratechado combado
- Busca manchas o moho en los cielos rasos
Sal de tu casa
Si te sientes cómodo como para subir por una escalera, puedes ver tu techo más de cerca. De lo contrario, puedes realizar una inspección bastante minuciosa desde el suelo usando binoculares.
- Saca las hojas y los desechos de las canaletas y los bajantes pluviales e inspecciónalos para detectar hundimientos o goteras
- Revisa las áreas ocultas, como la parte inferior del alero y la imposta (el tablero que conecta el techo con las paredes exteriores de la vivienda), para detectar putrefacción o signos de plagas de animales
Camina hacia la calle
- Desde la distancia, busca manchas oscuras, tejas faltantes o hundimientos
- Observa si la pintura del exterior está ampollada o descascarada
- Si vives en un área donde nieva o hiela en el invierno, tienes que estar atento a los diques de hielo (barreras elevadas de hielo que se forman en el alero del techo) porque si el agua no puede drenar del techo, es posible que ingrese a tu vivienda
Examina el techo
- Observa si hay tejas agrietadas, rotas, combadas o faltantes y clavos sueltos u oxidados
- Busca juntas o uniones abiertas y asegúrate de que los respiraderos del techo no estén tapados u obstruidos
- Detecta áreas que están hundidas o no se ven sólidas
- Asegúrate de que las tuberías y las penetraciones del techo, como la chimenea o los tragaluces, estén bien selladas y no tengan clavos expuestos
- Asegúrate de que los tapajuntas, que se usan para sellar las juntas y evitar las filtraciones de agua, no estén dañados ni tengan fallas en su cobertura
Préstale atención a tu techo
- Conoce la antigüedad de tu techo. Si no lo instalaste y no estás seguro, mira el informe de inspección que recibiste al comprar la vivienda. También puedes solicitar el servicio de una compañía de techado o de un inspector de construcciones para que examinen el techo y calculen su antigüedad y estado.
- Inspecciona tu techo dos veces al año, una vez en primavera y una vez en otoño. Usa una escalera para acceder al techo y buscar áreas problemáticas, pero también asegúrate de que no haya daños en el ático. ¿No te sientes capaz? La mejor opción es comunicarte con un contratista de techado profesional para que te ayude con la inspección.
- Observa las viviendas cercanas. Sufrieron el mismo clima que la tuya y probablemente se construyeron en la misma época. Si tus vecinos están instalando techos nuevos, haz una inspección para ver si tu vivienda también necesita uno nuevo.
- Después de un evento climático importante, como vientos intensos o una granizada, observa los daños del exterior tan pronto como sea seguro hacerlo.
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